La acuñación bizantina con sus rasgos
distintivos aparece no antes del reinado de Anastasio (491-518).
La unidad básica de peso de las monedas era el litro = 96
dracmas áticas. Según la prueba y el metal de la moneda, el
litro podía equivaler a 72, 75, 96 y 128 dracmas. Según este
cálculo se acuñaban monedas: de oro - de un litro de 72 dracmas,
de plata - 96 dracmas - y de cobre - 128 dracmas.
La moneda de oro se llamaba maciza. Se acuñaban monedas de 1/2 y
1/3 de sólido (semissis y tremissis).
La principal moneda de plata era miliarisy y su mitad - keratii.
Estas monedas se acuñaron hasta 1204.
La moneda de cobre era la nummia. Su valor se indicaba con las
letras A, B, Δ, E, I, K y M (1, 2, 3, 4, 5, 10, 20 y 40). La
moneda de 40 nummias se llamaba follis y era la moneda de cobre
más grande.
Bajo Basilio I (867-886) se modificó la acuñación de la moneda
de cobre, pero se desconoce exactamente cómo.
Las monedas de acuñación provincial a veces difieren de las de
Constantinopla. Por ejemplo, la moneda de cobre alejandrina
tiene letras: IB y S (12 y 6 numia). En Cartago las monedas de
cobre se designaban con tsmfr romanos: XLII; XXI; XX; XX; X;
XII; IIII, etc.
A partir del siglo XI apareció una moneda cóncava - nummi
scyphati (escitas). Esta forma, dada originalmente al solidus,
se extendió después al resto de la acuñación, excepto al cobre
pequeño.
Constantino X Ducas (1059-1067)